Hoy nos
quedamos en casa y os presentamos este piso reformado en l'Eixample, lleno de luz y colorido que combina
piezas desenfadadas con elementos arquitectónicos señoriales, una reforma
integral donde se encontró el encanto y el potencial, a este pisazo de 150 m2
de techos altos ornamentados con molduras y grandes ventanales, en una
finca regía con fachada modernista.
En una vivienda con estos elementos constructivos tan singulares, era "obligatorio" una decoración original. El objetivo fue combinar piezas de diferentes estilos para lograr ambientes personales.
Evidentemente
que los señoriales elementos arquitectónicos de la finca en origen se
mantuvieron. Las columnas corintias, con fuste acanalado y capitel de hojas de
acanto que sostienen un arco decorado con volutas. En el comedor, la mesa de
madera de aire rústico, con vetas marcadas y nudos combina con sillas metálicas de aire retro pintadas en azul con efecto envejecido.
El
resultado es este, una vivienda con personalidad, luz y mucha vida.